martes, 6 de diciembre de 2011

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En este archivo tienes la oportunidad de descargar, temas relacionados a vida y obra de escritores y poetas peruanos.

lunes, 5 de diciembre de 2011

MELGAR Y EL YARAVI

HABILIDADES DE LECTURA Y ESCRITURA.

MELGAR, PROCER Y POETA PERUANO

MELGAR,  PRÓCER Y POETA PERUANO

Poeta, músico, pintor, guerrero, astrónomo, místico y sobre todo, patriota. Mariano Melgar reúne todas las virtudes de su pueblo arequipeño: romanticismo, valor moral, gran voluntad, mente lúcida, gran amor por el terruño, profundo patriotismo, rebeldía y culto por la Libertad.
Mariano Melgar Valdivieso nació en Arequipa el 10 de agosto de 1790. Fueron sus padres don Juan de Dios Melgar y doña Andrea de Valdivieso, miembros de una distinguida familia y de holgada posición.

Niño prodigio
Melgar recibió una esmerada educación, facilitada por los dotes admirables y precocidad de aquel niño prodigio que a los tres años sabía leer correctamente, que dominaba el latín a los ocho y a los doce hablaba perfectamente el inglés y el italiano. En sus ratos apacibles dibuja y pinta los bellos paisajes donde se desenvuelve su primera juventud.


Melgar religioso
El medio ambiente lo orientó hacia los estudios religiosos y teológicos. Realizó sus estudios en el Seminario de "San Gerónimo", de Arequipa. Vistió el hábito de clérigo y nunca dejaría de ser religioso y cristiano.
Su versión humanística y su dominio del latín lo obligaron a hacer traducciones de Virgilio y Ovidio. Recibió la tonsura de manos del venerable Obispo Pedro Chavéz de la Rosa.
La construcción de una iglesia en su ciudad natal, le da ocasión para dejar a la posteridad perennizado un aspecto de su poderoso espíritu constructivo y una prueba de su amor a Dios y de su cristianismo. Dirige a un oficial de albañilería y levanta la cúpula de la iglesia de San Camilo que desafía a la acción de los años como la misma gloria de quien puso sus manos de elección en esa obra pía.
Descubre su vocación
Por aquella época conoce a la bella Manuelita Paredes, hija del Tesorero Fiscal de Arequipa, que se transforma en la primera pasión de Melgar y la inspiradora de sus primeros yaravíes, forma poética lírica en que el gran cantor arequipeño expresa su amargura y su tristeza. En el fondo ambos se amaban, pero el destino los separó.
Melgar descubre entonces que su temperamento es poco adicto a la disciplina claustral y decide despojarse del hábito eclesiástico, abandonando el seminario para seguir su verdadera vocación: la poesía, el foro y el magisterio.
Se dedica a devorar cuanto libro de nueva ideología cae en sus manos.
 

MELGAR